Ted Bundy, algo malvado

Ted Bundy, el asesino de universitarias

Arturo Rosales

Bradford, Florida. 07:16 a.m. del 24 de enero de 1989. Theodore Robert Bundy ha sido declarado muerto. Tenía 42 años. Se desconoce el número real de víctimas. Ted Bundy (nacimiento, Theodore Robert Cowell) nació el 24 de noviembre de 1946 en Burlington, Vermont. Se convirtió en uno de los asesinos en serie más prolíficos de …

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El juicio de Jeffrey Dahmer tenía la atmósfera del estreno de una película

Serial Killers

EL juicio contra Jeffrey Dahmer

Arturo Rosales

A veces la verdad es un bálsamo contra la propia imaginación, suposiciones y pesadillas que persiguen a los familiares de las víctimas de un depredador como Dahmer. (Anne E. Schwartz – EL hombre que no mató suficiente) El juicio de Jeffrey Dahmer tenía la atmósfera del estreno de una película. La vista previa se celebró …

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Jeffrey Dahmer en una foto del instituto

Serial Killers

Jeffrey Dahmer, El caníbal de Milwaukee

Arturo Rosales

¿Quién era Jeffrey Dahmer, qué oscuridades de su mente le llevaron a aquel horror? ¿Quién fue Jeffrey Dahmer? Jeffrey Dahmer es uno de los asesinos en serie más conocidos y sanguinarios de la historia reciente de Estados Unidos.  Entre 1978 y 1991, Dahmer asesinó a diecisiete jóvenes en diversas localidades del estado de Wisconsin, practicando …

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Serial Killers

Declaración ante el tribunal de Jeffrey Dahmer

Arturo Rosales

Sé cuánto daño he causado. Debería haberme quedado junto a Dios. Lo intenté y fracasé, y produje un holocausto. Jeffrey Dahmer. A continuación se cita la declaración íntegra de Dahmer ante el tribunal justo antes del veredicto del juez Graham. «Señoría: Todo ha terminado ya. Ésta nunca ha sido una causa para intentar salir libre. Francamente, …

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Asesinos en serie, el lado oscuro de la naturaleza humana

¿Qué esconde la mente de un asesino en serie? 

¿Cómo se consiguió detener a muchos de estos asesinos?

¿Cuáles son los crímenes que asombraron al mundo?

Entre los asesinos en serie más notorios y mediáticos de la historia que han sido identificados y condenados encontramos a Ted Bundy, John Wayne Gacy, Jeffrey Dahmer, Gary Ridgway o Charles Manson.

Son narcisistas y ególatras, ellos son lo más importante.

Algunos de ellos coleccionan objetos de sus victimas para poder volver a vivir el asesinato una y otra vez.

En los casos más extremos, coleccionan víctimas o alguna parte de su cuerpo para enterrarlas en su propia casa.

Pueden elegir a sus víctimas en función de su raza, sexo, edad u ocupación.

A menudo seleccionan lugares poco frecuentados donde puedan llevar a cabo sus crímenes sin llamar la atención o fuera de la vista de observadores no deseados. 

En ocasiones las víctimas de un asesino serial guardan un parecido físico asombroso. 

Como si cada asesinato fuera el de la misma persona, alguien que en el pasado le hubiera dejado una huella imborrable, un trauma que le impide reconciliarse con el mundo.

Durante el periodo criminal, suelen mantener una apariencia y un comportamiento de normalidad, lo que se conoce como la máscara de la cordura que oculta graves carencias emocionales tras una apariencia de normalidad.

El término “Serial Killer” (asesino en serie) se utilizó por primera vez en la década de 1970, y se cree que tiene su origen en el uso de series en los periódicos, donde cada semana se publicaba un nuevo episodio. 

Los asesinos en serie suelen disfrutar de la atención de los medios de comunicación.

Algunos han osado contactar con los medios para corregir algún dato de las informaciones o avances de la investigación.

Los más osados lanzan mensajes a la policía retando así a los investigadores cegados por una mezcla de narcisismo y vanidad.

Disfrutan de ese juego macabro convencidos de que jamás serán descubiertos.

Aunque algunos nunca son capturados, la mayoría caen en manos de la policía en algún momento de su carrera delictiva.

Se dan casos, de asesinos, que son atrapados casualmente por algún que otro delito que no está relacionado con los crímenes.

Otros son capturados varias veces antes de ser  relacionados con su historial delictivo.

Hay algo en la comprensión del mal que nos repele e intriga al mismo tiempo.

Desde los años 70 hasta principios de los 90 en EEUU existió una época que ha sido catalogada por el historiador canadiense Peter Bronski como la edad de oro de los “serial killers».

Durante este período se pudieron contabilizar miles de criminales que se ajustan a la definición de asesino en serie.

Varios de ellos terminaron tras las rejas, otros fueron ejecutados y algunos se salieron con la suya y nunca fueron capturados.

Según Bronski en su libro “Los hijos de Caín” la fascinación por los asesinos en serie en los EEUU comenzó a decaer después del arresto de Jeffrey Dahmer en 1991.

El caso del carnicero caníbal de Milwaukee protagonizó todos los titulares y apareció en todos los canales de televisión durante meses, incluso a nivel internacional.

Pero en 1994 cuando el ex jugador de fútbol americano y actor O.J. Simpson fue acusado por el asesinato de su esposa y un amigo de ésta, todo cambió.

Los estadounidenses consideraban mucho más interesante el hecho de que una celebridad cometiera un crimen.

Mientras Simpson era juzgado por el doble asesinato y su juicio era retransmitido por televisión y seguido por millones de personas, un sujeto llamado William Lester Sufft era condenado a muerte por estrangular, apuñalar y mutilar a 12 mujeres en california.

La noticia apenas tuvo cobertura mediática.

La sospecha de que este sujeto fuese responsable de otros diez asesinatos tampoco fue suficiente para despertar mayor interés en la sociedad norteamericana.

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